Legado futbolero: Padres e hijos que jugaron la Copa del Mundo
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Absalom Herrera Acero
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16/06/2025Tiempo de lectura:
5 minutos
Resumen:
El Mundial de Fútbol es el escenario más grande, el sueño de todo futbolista. Pocos logran disputarlo, y menos aún consiguen dejar su huella. Imagina entonces la hazaña de una misma familia que, generación tras generación, pisa los campos sagrados de la Copa del Mundo. No es solo cuestión de talento, sino de perseverancia, pasión y un ADN futbolístico que parece destinado a la grandeza. A lo largo de la historia, algunas estirpes han logrado este hito extraordinario, tejiendo un legado que trasciende el tiempo y las fronteras.
Acompáñanos a descubrir a estas cinco duplas icónicas de padres e hijos que han compartido el honor de ser mundialistas, y una peculiaridad que nos demuestra la universalidad del fútbol.
Cesare y Paolo Maldini: La saga defensiva italiana
El apellido Maldini es sinónimo de Italia y de defensa de élite. Cesare Maldini, un elegante y aguerrido central, tuvo el honor de representar a la Azzurra en el Mundial de Chile 1962. Su liderazgo fue clave para la zaga italiana de su época.
Décadas más tarde, su hijo Paolo Maldini no solo siguió sus pasos, sino que se convirtió en una leyenda mundialista. Participó en cuatro Copas del Mundo (Italia 1990, Estados Unidos 1994, Francia 1998 y Corea/Japón 2002), siendo subcampeón en 1994 y alcanzando las semifinales en 1990. Su longevidad, clase y compromiso lo hacen uno de los jugadores con más partidos mundialistas.

Cesare y Paolo Maldini, ambos capitanes de la 'azzurra'.

Peter y Kasper Schmeichel, los cerrojos en la selección danesa.
Peter y Kasper Schmeichel: Guardianes del arco danés
La portería de Dinamarca ha sido un asunto familiar para los Schmeichel. Peter Schmeichel, el icónico portero del Manchester United, lideró a la selección danesa en el Mundial de Francia 1998, donde alcanzaron los cuartos de final, y también fue parte del equipo en Corea/Japón 2002. Su imponente presencia y sus espectaculares atajadas lo convirtieron en uno de los mejores porteros de su generación.
Años después, su hijo Kasper Schmeichel continuó la tradición. Ha sido el guardameta titular de Dinamarca en las ediciones de Rusia 2018 y Catar 2022, demostrando la misma fiabilidad, reflejos y liderazgo bajo los tres palos que caracterizaron a su padre.
Lilian y Marcus Thuram: Un par de gallos franceses
La familia Thuram es otra que ha aportado su talento a la selección francesa en la cita mundialista. Lilian Thuram fue una pieza fundamental de la histórica defensa francesa. Participó en tres Copas del Mundo: fue campeón en casa en Francia 1998, jugó en Corea/Japón 2002 y fue subcampeón en Alemania 2006, dejando una huella imborrable por su solidez y sus recordados goles en semifinales de 1998.
Su hijo, Marcus Thuram, ha seguido el camino de su padre en la selección, aunque en una posición diferente. Como delantero, fue parte del equipo francés que llegó a la final en el Mundial de Catar 2022, demostrando su potencia y contribuyendo con su juego al equipo galo.

Lilian y Marcus Thuram saben lo que es jugar una final mundialista con Francia.

Pablo y Diego Forlán, íconos de la 'celeste'.
Pablo y Diego Forlán: La garra 'charrúa'
Uruguay, una nación con una rica historia futbolística, también cuenta con una destacada dupla padre-hijo mundialista. Pablo Forlán fue un defensor y mediocampista que representó a la Celeste en el Mundial de Inglaterra 1966. Su tenacidad y compromiso fueron marcas registradas.
Décadas más tarde, su hijo Diego Forlán se convirtió en una de las mayores leyendas del fútbol uruguayo. Participó en tres Copas del Mundo: Corea/Japón 2002, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. En Sudáfrica 2010, fue Balón de Oro del torneo al liderar a Uruguay a un sorprendente cuarto puesto, consolidándose como uno de los delanteros más prolíficos y talentosos de su era.
Miguel Ángel y Xabi Alonso: Los cerebros españoles
España también ha tenido su propio linaje mundialista en el centro del campo. Miguel Ángel 'Periko' Alonso, un mediocampista con gran visión de juego y capacidad de recuperación, defendió los colores de la selección española en el Mundial de España 1982.
Su hijo, Xabi Alonso, superaría con creces el legado familiar. Considerado uno de los mejores mediocampistas de su generación, Xabi fue una pieza clave de la época dorada de la Roja. Participó en tres Copas del Mundo: Alemania 2006, Sudáfrica 2010 (donde fue campeón del mundo) y Brasil 2014. Su inteligencia táctica, pase preciso y capacidad para organizar el juego lo hicieron indispensable.

Talento puro en el mediocampo el de Miguel Ángel y Xabi Alonso.

Mazinho y thiago Alcántara, unidos por la sangre, separados por la nacionalidad.
Un caso único: Mazinho y Thiago Alcántara
Finalmente, un caso fascinante y único que ilustra la globalización del fútbol. Mazinho, un talentoso mediocampista brasileño, fue parte fundamental de la selección de Brasil que se coronó campeona del mundo en Estados Unidos 1994, aportando su calidad y equilibrio al mediocampo de la verdeamarelha.
Años más tarde, su hijo Thiago Alcántara, nacido en Italia pero criado en España, decidió representar a la selección española. Thiago, un mediocampista de exquisita técnica y visión, disputó el Mundial de Rusia 2018 con la Roja. Este caso es un claro ejemplo de cómo el talento puede trascender las nacionalidades, permitiendo que padre e hijo brillen en el mismo escenario, pero defendiendo diferentes camisetas nacionales.
Estas historias no solo celebran el talento individual, sino también el poder del legado familiar en el deporte más hermoso del mundo. Padres e hijos, unidos por el balón y por el sueño de la Copa del Mundo.

Absalom Herrera Acero
Director EAER
Como Fontanarrosa tengo dos problemas para jugar al fútbol: uno es la pierna derecha y el otro es la pierna izquierda, así que decidí emular a Galeano y hacer con las manos lo que no podía hacer con los pies. Me apasiona el fútbol, pero sobre todo sus historias, anécdotas y curiosidades.